Oliva es un proyecto residencial localizado en Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Compuesto por 40 lotes de 5,000 m2. El proceso de diseño de este desarrollo tuvo como premisa el respeto por su lugar de emplazamiento, preservando cada uno de los elementos existentes y diseñando en torno a ellos. La casa es una parte integral de su contexto, parece nacer de la tierra.

Está emplazada en un claro del terreno, que permitió no ejecutar movimientos innecesarios de tierra, demolición de árboles o grandes excavaciones, por otra parte, fue diseñada para contar con techos ajardinados, que, al contacto con la naturaleza, fueron mimetizándose y creando jardines continuos a la vegetación existente.

Con el fin de evitar colocar una barda perimetral y por tanto una barrera física, se diseño un “filtro de privacidad” que consiste en una secuencia de muros de piedra que permite que los espacios interiores de la casa tengan las mejores vistas hacia el exterior y al mismo tiempo oculta y protege el acceso a la casa de la vista de la calle.

El eje principal de este proyecto comienza en el acceso, donde un puente flotante se convierte en la circulación principal del interior de la casa hasta transformarse en un espejo de agua que divide las funciones principales de la casa: lo público y lo privado.

La unión de materiales como el mármol, el vidrio, el concreto, la madera, la piedra y el acero permiten que este proyecto sea parte del entorno en el que se emplaza. Como dato curioso podemos mencionar que tres paredes de piedra maciza con acabados ásperos provenientes de la cantera más cercana organizan, estructura y contienen la casa.

Oliva fue diseñada a partir del año 2014 y culminó con su construcción en el año del 2016.